EXIT

Por primera, controlo mi vida.

Decido cuando entrar y cuando salir, decido cuando ir a un sitio y cuando marcharme, decido con quien ir y con quien no juntarme, decido a quien dedicarles mis sonrisas, y a quien no mirar a la cara.
Solo yo, mi vida depende de mis pasos…da miedo, pero es súper excitante.

No tengo que quedar bien con nadie por el simple hecho de quedar bien sin más, no tengo que rendir cuentas ni a unos padres antiguos que respeto, ni a una persona que controla mis movimientos como si de un juego de estrategia se tratara….solo me rindo cuentas a mí misma.

Cuando me meto en la cama y cierro los ojos pienso en lo que hecho y sus consecuencias, en los distintos caminos que me ofrece la vida y cual tengo que escoger. Si me equivoco pido perdón, si me bloqueo intento dar marcha atrás, si vuelvo a tropezar me levanto…

Tengo las piernas llenas de cardenales y aunque en una señorita no queden bien… me gusta mirármelos porque son señal de cambio, movimiento, transición.
Realmente me lo han hecho unas rodilleras mal intencionadas, y unos golpes inesperados, pero nunca hubieran estado ahí si no me hubiera dado la vuelta y hubiera cogido la puerta donde ponía “EXIT”….

La vida es un regalo que pocos destapan cada día llenos de ilusión, otros sin embargo no lo destapan por miedo a estropearlo y el regalo se queda pasivo, perenne, monísimo dentro de su caja, en ti esta disfruta de él.